¡Qué bonito sería permanecer erguidos hasta el final de los días!... ¡Oh mi árbol amigo, nos van cayendo los años encima!...
En la calma de la tarde, venciendo al día en perfecto estado de armonía, marcando el rumbo del tiempo. Descansan los brazos y pende el cuerpo como racimo maduro, siendo antes fiero testigo de tiernos mordiscos en el bello paisaje, verde, florecido, jugando con pasiones en el camino; más sigues airoso desafiando al tiempo y al destino, bañado de misterio.
Me llegan de tus ramas amorosas, unas gotas de fragancia que nunca olvido, las llevo muy dentro del alma. Son esas raíces profundas que a la tierra se agarran como una promesa que une tiempo y esperanza. Y siempre amante, das abrigo al nido de la urraca, acróbata de los aires que mira al cielo agradecida cuidando su bandada.
Una ligera brisa mantiene limpio tu horizonte, alguna nube rota alienta y cuida la sed de tu entraña, tus ganas de vivir todavía cargadas de ilusiones y bellas sensaciones en comunión con el tiempo que, nos talla y nos destruye, pero el cielo nos rescata, y la coqueta calandria curiosea en tu interior con calma.
Pero no tardando mucho, sólo seremos ceniza que el viento se lleve. ¡Cuantos lindos momento se han perdido por el camino!
Ycuantas cosas quedaron sin decirnos...
¡Amado amigo,
en la explanada vieja,
el frío campa!
Y de tu cáliz
me llega el dulce aroma,
que nutre el alma.
A tus débiles ramas
llega la brisa mansa y se conmueve,
y tú, rebelde bramas...
Ella la calma mueve,
y alegre brinca con un aire leve.
Y la luna dorada,
ya se posa en tu copa tan coqueta:
es la musa encantada,
cual hermosa violeta,
su aroma, tu piel roza muy discreta.
1-4-2021. Marina Filgueira García.
Un puñado de besos para los amantes de las cosas sencillas.
Mil gracias por vuestro afecto y por vuestra huella.
Os dejo por un tiempo. Feliz primavera, verano y siempre.
Sed muy, muy felices.
Os tengo en mi corazón, un abrazo largo que abarque a cada uno de vosotros/as.