LA - SERENA - TARDE.

¡Serena discurre la tarde dejando un cielo opaco en la calma del mis días! Viendo pasar la vida en un vaivén de recuerdos, de suspiros y esperanzas que se duermen en esta cálida orilla del agua, mas el tiempo es mi alianza me alienta me abriga de algún tornado que de cuando en vez pasa a mi lado y no me lastima.  Siempre pasa a ras de tierra y va dejando en la arenilla alguna huella y como el viento arrecia de mi orilla se aleja.

  
¡Ay, de mí que de prisa pasa el tiempo aún parece que ayer tenía mis hijos pequeños! La juventud en el porche y la vejez llama a puerta, no me quejo de la vida nada me debe, quizas no merezco tanto. De todo me ha regalado  un poco, y de todo he aprendido algo y sigo aprendiendo. Pero lo que más me llena es un nido de grades amores que tanto amo y guardo en mi corazón con un gran sentimiento.
Por eso se hacen cortos los bellos instantes y se alargan los grandes anhelos.  
Y sigue rodando el mundo en esa rueda dura y misteriosa de la vida escuchando en cada paso diferentes sinfonías deferentes historias que llegan a mi alma con serenidad.  

Sale el sol tras la montaña, ensancha su pupila su luz amorosa rueda vigorosa y
despierta la vida cotidiana. Este carrusel encendido hace que vibren las flores al alba y se entrega con cariño a toda la inmensidad sin fronteras en horizontes para ser eterna claridad que engalana los rincones de este universo expedito falto de valores y latidos. 
¡Sabio, pero ciego! 
No alimenta el amor la caricia prendida a los sueños en desahucio.

A veces sólo a veces, un fortuito remolino cambia el fluir de la sonrisa de la serenidad, y la quimera no vibra en el páramo del sentimiento peregrino.


A pesar de todo en este paseo que voy dando veo con amor la maravilla que la naturaleza nos brinda, equilibrio, fortaleza y una copa de encanto. 

La belleza suprema va dorando el paisaje los prados perpetuando su calidez y en las noches de luna canta el búho su canción triste cuando el silencio acentúa el susurro.  

¡Oh sol que nos alumbras nos alientas nos muestras tu gran carrusel que gira y gira! Y vas surcando las mañanas del mundo que palpita.

Como un molino de viento con largas astas tu luz dorada se desliza, nos inunda nos da vida y parpadea el corazón de la campiña donde bailan las flores la danza coqueta que aviva una sonrisa.

Paraíso de musas que esconde la pradera iluminada que moldea con su luz y encanto, las montañas de piedra y de arcilla toda la belleza que Dios ha creado para nuestro regocijo del alma henchida. 

En definitiva, todo un lindo paisaje que mis ojos contentos miran y admiran con amor y sosiego en mi alma en mi vida.  
Es la hermosa luz que guía mi camino mis pasos mi sentimiento
Parte de la razón de vivir que me acompaña y llevo dentro con cariño sellada arropa mi espacio vacío mi ego íntimo en cada momento.

Os dejo este vídeo con lindas imágenes que es una caricia para el corazón y el alma.   Deseo que os guste, amigos.
A todos mil gracias por ser como sois, geniales. Os quiero.
Marina Filgueira García. 
2015
Pontevedra.

Besos a puñados para los amantes de las cosas sencillas.