martes, 25 de noviembre de 2008

Viajar entre libros...

Es muy atrayente dar un paseo por la biblioteca y tener acceso a los estantes. Cuántas palabras aquí calladas esperan a que la voz de alguien las haga sonar. Cuantos autores ensayistas poetas, grades historiadores y traductores que no son menos héroes que casi nunca o nunca son reconocidos... depositaron en estos libros su lenguaje su voz sus sentimientos su inteligencia.  ¿Cuantas horas de su vida dedicadas a esta tarea de la escritura? Cuantos sueños, pesadillas e historias aquí plasmadas para que nosotros nos deleitemos y sigamos dando sonido a su voz ya callada dentro de estos libros íntegros. Puedo decir que de oro.
 









Aquí con precaución recorremos el laberinto de volúmenes pasando el tiempo husmeando las páginas de antiguos libros y también contemporáneos los cuales se guardan como reliquias en un arca sin profanar. Aquí en silencio transitorio con apagados bramidos, existen ejemplares que huelen a antaño en esa distancia y casi olvido. Mi anhelo imperioso me estimula a frecuentar los andenes con sumo cuidado y el aliento reparador tratando de renovar y revivir los olores viejos de las hojas y dar vida a ese vocablo que el azar pone ante mis ojos amantes de la buena lectura.   Es una gozada, todo un privilegio.

24-11-2008.  Marina Filgueira.

Gracias a quien guste leerme. 

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