CERCANO A LA RIBERA.

Canario rojo canario
me aportabas alegrías
cuando mis ojos abrías,
sin reloj ni calendario.
Me cantabas sin horario...
Estirado y altanero
madrugador y llanero
tu canto llegaba al alma
le dabas inmensa calma,
a mi barco marinero.

Entonces se quedó anclado
sin tu grata sinfonía
que alegraba cada día,
mi velero enamorado.
  Y se vio decepcionado,
mas se mantiene a la espera
que vuelvas en primavera,
para gozar de tus trinos
y esos tus cantos divinos,
cercanos a la ribera.

 

A las puerta de noviembrebre os dejo esta sencilla entrada sin saber cuándo colgaré otra. Todo depende del tiempo no el atmosférico sino el tiempo que va pasando que cada vez me rinde menos, vuelan los días, los meses y los años.

Y mi vida va cruzando el umbral del tiempo viajando en el carrusel de la memoria, me adentro en el océano profundo del alma y las grandes olas me muestran un puñado de recuerdos que balancean en el actico de la montaña y juegan en el mandil de mi regazo donde dejan caricias embriagadas. También aparecen sueños e ilusiones volando como plumas blancas sin saber si podré alcanzarlas.

 

Mi buena gente, mil veces gracias por vuestra huella, sin ella esta barca estaría anclada, hace tiempo en su puerto.

 

Un puado de besos para los amates de lo sencillo.

Sed muy, muy felices.

26-10-2021.

Marina Filgueira García. Galicia, Pontevedra.