DOS CORAZONES.

Imagen de la red.                                 

Dos corazones,

dos corazones dos  de una misma rama prendidos, son dos amores son dos suspiros solitarios dos gritos en el aire de la nada.  La savia del árbol alimento esencial de dos almas.

Uno vibra coqueto el otro un regazo reclama mermado  en la misma rama se queda pequeño.

Un soplo de aire cálido te brindo para que vivas y a tu latido le pongas alas, yo cuidaré de ti te enseñaré a volar y tu  vuelo será mí vuelo hasta que llegue ese día que mi corazón deje de latir.

El corazón se adentra por un camino sin saber a ciencia cierta a donde le llevará sintiendo ya su hastío. Sin encontrar la salida en depresión hasta que cae al vacío.

¡Oh corazón, corazón de mil latidos que oscilan entre espinos que pinchan y dejan su huella mientras espera un amante viento que alimente su tic tac dentro de tu eterna coraza detenido no sintiendo la caricia que la pasión expele en el alma.

 

Renuévate corazón no te abandones al tedio ábrete al amor y a la vida deja que entre aire limpio en tu seno, una quimera azul como el cielo que te mira y tu pecho llena de anhelos sin pensar en lo hecho ni en lo que está por llegar, solo vive el momento así podrás brincar de nuevo saborear la frescura la belleza la ternura y volar volar, volar juntos los dos y dejar que llueva que el mundo se inunde de amor de paz y de violetas perfumadas para seguir latiendo.

                                                                    Tankas.           

                                                        

Dos corazones
prendidos de una rama
se balancean
*
Juntando sus latidos
gozan de su romance.
***

¡Llegan fulgores!
ésta caliente tarde
de junio loco
*
y los amores quema 
renacen vehemente.

Haiku. 

¡Orfeo vuela!
Entre nubes que cubren
mi claro cielo.
***

¡Hola, mis estimados amigos!  
Con estas letras hago una pausa, llega el verano necesito  hacer otras cosa.  Salir de la rutina coger aire fresco subiendo a la "montaña"psear por una playa. Cualquier cosa menos quedarme en casa viendo como pasa la vida he de aprovecharla aunque pesen los años.  

Mientras la antorcha siga encendida mientras que el telón no se baje en este escenario de mi carabana andante, debo ser osada yendo a caballo del tiempo sin caerme.

¡El alma no envejece! O no lo hace tan de prisa

Veo el amor y la vida en el aroma de las flores en la cascada de un paisaje en el vuelo de los pájaro en la sombra fresca de los pinos.
En la música que hace vibrar mis sentidos.  En las olas espumosas de mi Atlántico.   En el canto y encanto de los ríos en mi Galicia.
Entre otras cosas que percibe mi espíritu y lo nuevo no me espanta no, si es dos veces bueno.   Así veo y siento el amor en todo lo que es naturaleza.

Con los años aprendí a comprender a entender mejor que nada es fácil ni gratuito; excepto el amor y los abrazos que a veces
también hay que pagar con dolor o rabia por ello.

Aprendí a dejar ir  ¡Si, a dejar ir! A ver correr las nubes rotas bajo mi claro cielo.  
Aprendí a escuchar más y hablar menos.  A bailar como una "loca"a no ser esclava de nada ni de nadie.
A disfrutar más el presente a mirar hacia delante sin cerrar la puerta al pasado, aprendí a sacar esa luz cuya llama
ardía en mi adentro sin saberlo.  Lo aprendido me sirve de guía
no sé por cuanto tiempo, mas es lo de menos!!!

Marina Filgueira García

16 -6-2017.

Pontevedra.

Un puñado de besos para las amantes de las cosas sencillas.
Gracias y hasta septiembre.