LA - YEMA - DE - MIS - DEDOS

Atrapé con la yema de mis dedos, la magia del sol de ésta melada tarde.

Asoma con fuerza color azul purpúrea, 
un deseo de contemplarte... Se acerca

y traspasa el umbral del universo, de los sueños de un corazón amante. 

Así, la pupila de la noche llega en muda cadencia, misteriosa despierta, sonríe  a las estrellas le saca un secreto guardado en el tiempo; ellas también lloran, es un leve suspirar que revela su ausencia.  
Y la luna redonda me mira con ojos, soñadora.   Que hoy lleva circo, peregrina por el cosmos, alumbrando el camino y los riscos en sombras.

Mas hoy ya es otro día y alumbra el Astro Rey

en la cumbre de la vida.

¡Hola Amigos/as!!! 
Aún es otoño pero aquí Pontevedra ya parece invierno... Y yo paso los días en esta casita de campo, ésta donde estoy escribiendo. Así la llamo, porque es donde siembro de todo algo... dentro de mis semcillas letras.     ¡Son semillas, plantadas abonadas con amor y con un cariño inmenso!  Créanme, deseo que crezcan bonitas, que limpias miradas las lean... pongo alma corazón y esfuerzo en ellas. No doy para más.
Y le canto a este sol que acaricia mi existencia 
¡oh bendita luz la fuerza cálida que me brinda! 
El sol refleja mi camino a mi cuerpo da tibieza.
Sino veo sus reflejos ya me encuentro perdida.

Pienso que el bello sol, son los ojos de Dios que nos da vitalidad con su calor.  

Así alzo mi mano y le canto lo que me sale del alma, del corazón.

Un canto... un rezo con amor, apenas dos letras silenciosas.  

Me subo a la cima, mas mi brazo estiro alcanzo la rama del árbol dorado de la vida y su mágico resplandor; émulo en mi orilla. 

Siento su luminaria su corona milenaria de oro, donde emanan rayos rizados que dan color y calor a mis mañanas heladas, mas deshace la niebla en mi  invernado sentimiento.
que ahora despierta al instante ante el fogón rojizo del sol que embelesa; y llega al regazo del alma liberando cual tormenta agitada.  
Serena me procura, me excita me prueba, me alumbra: me dibuja horizontes pintados en alas de estrellas en tiempos añejos. 
Páginas soñadas en mis días de invierno apegada a una galaxia donde dormían las estrellas, mas ellas me devuelven un mundo fantástico idílico mantillo que sueños e ilusiones envuelve: que a la puerta del corazón llaman tocando la aldaba despertando el alba que aún aletarga y sueña con la maleta que encierra aquel beso de otros labios que robaron la tristeza de mis labios. 
En aquella nube ancestral de la aurora boreal en un mundo de quimeras donde abrieron las rosas y volaron las gaviotas... buscando inquieta el nido que renueva la llama de la vida, el ardor escondido en la selva tupida de pasiones enredadas entre las hojas otoñales que dan cobijo al pecado venial de los amantes. 

El sol me brinda su eco su energía,

también mima mis quimera, 

en florecidas primaveras,

con estalas de amor que me guían.

Mas la meigas que a veces espían,

anulan, cierran fronteras,

ludan, avezar maneras...

de forma, que al alma débil no inspira.

   12 del 11 de 2014.

   MARINA FLGUEIRA.

   Un puñado de besos para los amantes de lo sencillo.

  A todos y a cada uno de votros/as, mil gracias.

 Sos geniales.   Ser muy muy felices.