martes, 21 de julio de 2009

LA FIESTA DEL CANTERO. VERDUCIDO.

Hace ya un mes y pico el19 de julio, fui invitada por la asociación cultural de Verducido, a una fiesta que celebran cada año en homenaje al cantero de más edad de esta parroquia. De este pueblo salieron los mejores canteros de Pontevedra en el pasado; hoy sus herederos ya son profesionales de trabajos menos duros. 
Verducido, es un precioso valle situado entre las dos laderas de monte, a la izquierda y a la derecha. Desde lo más alto de la cima llamado Monte O Castro, desde donde se domina la amplia vega agraria que a sus pies se extiende. Su altitud es de 295 m. sobre el nivel del mar. Verducido levantó en 1999 un gran monumento en tributo a estos magníficos y sacrificados canteros. No podía ser menos en la cultura rural, era de obligación construir un mirador y evidentemente no podía faltar una estatua que a falta de un prohombre se dedicó genéricamente a un oficio para embellecimiento de este paraje agreste. Verducido contempla la escultura de un cantero con su mazo y puntero vigilante siempre allá arriba en la cumbre. Sus gentes lo miran desde cualquier punto del valle. A la derecha de éste, nace un abundante arroyo debajo de otro monte cruzando el lindo valle de montes y campos verdes con pequeñas cascadas donde el agua canta y danza. Este manantial lo recibe con cariño el afluente que llamamos río Fontanes y juntos como dos buenos amigos recorren la senda que pasa por Santa María y San Andrés de Xeve que alegres corren y desembocan en el río Lérez.
Verducido, Santa María de Xeve, son tres Pueblos Parroquias alejadas de Pontevedra, entre 5 y 7 kilómetros que merece la pena recorrerlos y hacer una visita desenfadada por estos lares de ensueño. Sus casitas nuevas y otras restauradas sus tejados brillan nuevos con teja del país, sus molinos también restaurados a pie de río sus campos a labranza y pastoreo, sus gentes amables y hospitalarias, atraen la atención del visitante. Mis raíces brotan y caminan por este Valle, aquí nacieron y crecieron mi abuela y bisabuelos. Y en este ocaso de la tarde siento que la vida se inflama de emociones recuerdos y sentimientos.
Y ahora volviendo a principio, quiero hablaros de esa importante fiesta que se celebró en un campo bajo una gran carpa y calculo y seríamos unas 100 o más personas que degustamos allí un apetitoso manjar, pulpo a la feria churrasco y empanadas de bacalao con pasas, regado con un buen vino del País, café postres etc. Una orquesta amenizó el ambiente. Un día muy bonito en medio de familiares y amigos de verdad, ha sido para no olvidar nunca.
Pero lo más importante es que esto está al lado de un maravilloso Lago de aguas tranquilas y cristalinas donde se exhiben grades competiciones de piragüismo y otros deportes náuticos. Al contemplar este pequeño paraíso, encuentro el sosiego y la calma   sin dejar de volar los sentidos, el agua meciéndose ondulada y azul como el cielo, adormece el alma plácidamente, no puedo describir este bello instante con palabras. Sentí el imperioso deseo de sentarme en su orilla olvidándome por un buen rato de que el mundo existía; que relax que delicia, quise refrescar mis manos en esa agua tan limpia, pero me dije, ¡no! Me parece profanar una reliquia. Si, aquí reina la paz y el silencio solo para soñar despierta y con la luz de un atardecer de oro, para mí tiene sabor a miel y comienza a envolverme un cierto perfume a la naturaleza que rodea una parte de esta zona admirable endulzando mí espíritu. Siento en mi corazón una alegre musiquilla que parece una sonata para violín y orquesta, pero no, es la evidencia de unas voces que me miman y muros derriban albergando la razón para una sonrisa bien merecida y con ella me despierto del éxtasis de esta dicha. Y fin de fiesta bailando una salsa caribeña.

Un abrazo para quien guste leer estas cosas sencillas.
1-9-2009  Marina Filgueira Gracía.

6 comentarios:

  1. ¡Bien!!!, menos mal que te despertaste del éxtasis y así nos has podido contar...
    Verdecido, qué nombre, lo oigo y todo se me vuelve de color verde, verde, hasta la humedad se siente leyendo ese nombre y el olor, ese olor de Galicia...
    Y de verdad hay una santa que se llama Santa Mía? osea, que habrá mujeres que se llamen ¡Mía!, madre de sanbartolome ¡qué peligro!.
    Un abrazo galleguiña.

    ResponderEliminar
  2. Tersat, yo soy la santísima/Mía... culpa, me entiendes si vuelves a leerlo. Es que cuando las persianas se bajan ya esta menda debiera irse enseguida a la cama ¡terca y tontorrona! Madre de sanpancracio!!!! ¡Que nada peligra! La única peligrosa soy yo... gracias amiga por pasearte por este pedacito de tierra verde y agua abundante. Cuando vengas espero tener la suerte de llevarte a Verdocido para que veas el Valle y el Lago. Un besazo.

    ResponderEliminar
  3. Verdecida y refrescada me encuentro después de leerte. Felicidades al pueblo que homenajea el arte de la cantería, duro oficio y grandes obras. Y ¿cómo sería una fiesta sin viandas, vinos y música?.
    Marina sigues en el paraíso, siempre con agua, donde nació la vida. Contagias la armonía.¡¡Qué gusto!!. Un abrazo gordo.

    ResponderEliminar
  4. Siento una envidia sana, de no poder disfrutar de esta fiesta,pero leyendo lo que has escrito la siento mas cercana, gracias por tus palabras.

    ResponderEliminar
  5. Hola, Cauchil: la armonía, la belleza existe en la medida en que somos capaces de percibirla, de gozar con ella. Sólo así se convierte en alimento para el alma. Siempre la armonía/equilibro...van a par y son imprescindibles, en cada momento de la vida. Me encantan tus palabras referente a los canteros. Viandas no hubo, pero si otras cosas también ricas. Vino de la tierra y música, que es la belleza del alma. Haber, ¿que sería un mundo sin música? Gracias por tu visita, eres un encanto quilla. Vuelve cuando gustes es un placer.

    ResponderEliminar
  6. Haber, anónimo, gracias por ese pequeño paseo por ésta parcela chica. Cómo no dejas tu nombre o referente, pensaré que eres una/un/ abubilla en su vuelo ondeante, cruzando de un árbol a otro. Y de mis labios sólo puede salir...gracias por haber nacido, y que seas feliz. Un beso.

    ResponderEliminar