viernes, 5 de junio de 2009

UN NIDO DE AMOR.

Caminando en la vereda
esta tarde de verano                      1
el olor a madre selva
me hace volar al pasado.

Voy recordado aquel nido
lleno de amor y encanto
y me llega la cadencia           2
de aquel ayer ensoñado.  

Nos miramos a los ojos
nos cogimos nuestras manos,
eran mágicos momentos               3
de nuestro amor sin pecado.

Fueron hermosos instantes
de sueños fieles gozamos
y meciéndonos envueltos                   4
en los eternos abrazos.

Por singulares caminos
unidos con nuestra manos
en medio de los helechos                5
con los pájaros cantando.

¡Fueron momentos tan bellos
a la sombra de aquel árbol!
Los recuerdos me devuelven          6
aquellos hermosos años.

¡Y pasó corriendo el tiempo
 aunque me parece largo!... 
Sin la pasión que vibraban            7
dos corazones alados.

Me faltan los resplandores
de las tardes en el campo
de sus besos mensajeros                   8
que en mí quedaron sellados.

No me quedan fantasías
sienten soledad mis brazos
los luceros de la noche                   9
saben de mi desamparo.

A paso lento los días...
un sol que no quema tanto
enriquece la pradera          10
las semillas van brotando.

4-6-209.  Marina.

4 comentarios:

  1. Hola Marina:
    As veces costa traballo rompe-lo silencio e a intimidade poética. Ese silencio que gozas estos días na túa "casiña", máis vou face-lo con coidado, de vagariño, cunha estrofa do poema que lle dediquei a Cani, unha pintora e querida amiga, que nos deixou fai anos, en plena xuventude:

    "Este poema que ía ser un berro pola vida,/ é un salaio interno e desgarrado,/ para que esteas ao cabo/ nos museos do pobo. Connosco na vida./ Para que vivas por riba das miserias,/ sexas luceiro e colorido na negrura:/ Aloumiño no intre das penas longas./ Neste mundo, unha pincelada de cordura..."

    Un aperta agarimosa. Pacodíaz.

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  2. Pues yo, lo que quiero, es ver tu sonrisa y saber que esos bonitos ojos brillan. No, no te quiero ver triste,Marina. Un abrazo, grande.

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  3. Hola, Francisco, moitas gracias polas túas agarimosas palabras, e un pracer verte por este recuncho. E moi fermoso este poema que me déixache. Pena de Cani, que aínda non comezara a vivir cando se foi. Sentimos moita dor cando un amigo se vai, pero se é en plena xuventude a tristura e maior. Gracias de novo e volve cando gustes. Un bico desde o outro lado do lérez. Marina.

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  4. Tersat, cariño, no estoy triste, son hermosos recuerdos que tienen que salir para que vean la luz del día. Gracias de todo corazón por tu visita. Besitosssss.

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